7 PASOS PARA EL ÉXITO DEL AYUNO Y LA ORACIÓN

¿Qué es el ayuno y la oración?

El ayuno por definición es la privación del alimento; pero en términos bíblicos, es también buscar un alimento superior. Como dijo Jesús “Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra” (Juan 4:34 NTV). Entonces el ayuno es dejar de comer alimento natural, para comer un alimento espiritual. Lo que se puede traducir como “alimentarse” de Jesús, el mismo dijo: “Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá —como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná— sino que vivirá para siempre»”. (Juan 6:58 NTV)

La pregunta sería ¿Cómo te “alimentas” de Jesús? Comer de Jesús es llenar tu corazón de su amor, de sus palabras, de sus propósitos para tu vida. Visto de manera práctica, en lugar de tomar 30 o 40 minutos para comer, ese el tiempo que (durante estos 21 días), tomarás para orar, leer la Biblia, adorar, meditar en las escrituras, etc.

El ayuno es una de las prácticas espirituales que Jesús enseña a sus discípulos en el sermón del monte (Mateo capítulos 5, 6 y 7). En el ayuno experimentas más de Dios y de su amor, llegas a conocerle más, y alinearte con sus propósitos para tu vida.

¿Por qué ayunamos?

El ayuno me ayuda a poner a Dios en primer lugar en mi vida “Busquen el reino de Dios[a] por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.” (Mateo 6:33 NTV) Es una manera de romper con la dependencia de otras cosas que pueden ser secundarias.

El ayuno aumenta mi conocimiento del amor de Dios “Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor.

Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios”. (Efesios 3:16-19 NTV) El poder, el amor y la revelación de Dios me transforman, ayunar es dar oportunidad a que esto suceda.

El ayuno me ayuda a encontrar mi satisfacción en Dios “Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor inagotable es mejor que la vida misma, ¡cuánto te alabo!” (Salmos 63:1-3 NTV); “Jesús les respondió: —Les digo la verdad, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, fue mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, 33 pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo. —Señor —le dijeron—, danos ese pan todos los días. Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.” (Juan 6:32-35 NTV). click aqui.

El ayuno acarrea otros beneficios naturales

a)  Desintoxicación del cuerpo.
b)  Provee descanso y facilita la sanidad en algunas enfermedades.
c)  Se promueve una vida más larga y sana.
d)  Se limpian hígado, riñones, intestinos, sangre, etc.
e)  Se pierde peso y la retención de agua en exceso.
f)  Algunos nutriólogos recomiendan el ayuno por lo menos tres días al mes o tomar un ayuno de 10 días dos veces por año.

Algunos ejemplos de ayunos

Ayuno Total:

Consiste en no comer ni beber nada absolutamente, algunas personas lo han llamado sobrenatural, debido a que nuestro organismo puede resistir periodos más o menos largos sin alimentos pero no sin agua. Moisés practicó este ayuno: “Moisés se quedó en el monte con el Señor durante cuarenta días y cuarenta noches. En todo ese tiempo, no comió pan ni bebió agua. Y el Señor escribió en las tablas de piedra las condiciones del pacto: los diez mandamientos.”(Éxodo 34:28: NTV). Otros ejemplos de este tipo de Ayuno:

Esdras (Esdras 10:6 NTV),

Los judíos en tiempos de Ester (Ester 4:16 NTV),

Moisés (Deuteronomio 9:9 NTV),

Pablo (Hechos 9:9 NTV)

Ayuno Parcial:

Consiste en restringir la ingestión de alimentos y tiene algunas variantes como: alimentarse sólo con una clase de comida. Algunos lo llaman el “Ayuno de Daniel”, en el cual se come solamente vegetales o frutas en forma de jugos o ensaladas. El ayuno parcial es de gran valor, especialmente cuando las circunstancias hacen que resulte imposible o inconveniente realizar un ayuno natural.

“Entonces Daniel habló con el asistente que había sido designado por el jefe del Estado Mayor para cuidar a Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y le dijo: «Por favor, pruébanos durante diez días con una dieta de vegetales y agua. Al cumplirse los diez días, compara nuestro aspecto con el de los otros jóvenes que comen de la comida del rey. Luego decide de acuerdo con lo que veas»”. (Daniel 1:11-13 NTV)

Ayuno Natural:

Este ayuno lleva abstención de comida pero no de agua. Este ayuno por uno o dos días no tiene ningún inconveniente, pero si se quiere hacer por más días, debe tomarse ciertas precauciones para no dañar el cuerpo.

Precauciones

En ayunos prolongados, no ayunes solo con agua, es recomendable acompañarlos con jugos naturales de frutas o verduras frescas, que tienen vitaminas minerales y enzimas.
No es recomendable que una mujer embarazada o en lactancia ayune.
Tampoco las personas que tienen hipoglucemia, diabetes u otra enfermedad crónica, si lo hacen, debe ser bajo supervisión médica.Se debe consumir fibra antes y después del ayuno, pero nunca durante el ayuno.

No se fatigue ni se ejercite demasiado cuando ayune, procure descansar, baje el ritmo.
Después del ayuno totales procure los alimentos ligeros como jugos y frutas, en pocas cantidades por lo menos durante dos días. NO CONSUMA ALIMENTOS GRASOSOS, NI MUY CONDIMENTADOS, NO CONSUMA CARNES, NI LECHE, NI HUEVOS.

Otros Ayunos

Aquellos que nunca han ayunado pueden considerar otro tipo de ayuno para empezar a entrenar, trabajar en ser disciplinado y lograr el objetivo propuesto. Aunque solo sea que ayunes refresco, comida chatarra, postres, redes sociales, carnes rojas. Recuerda que al abstenerse de alimentos o aquello de lo que ayunes, buscarás hacer la voluntad de Dios y no la tuya. “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4: 4 NTV) Lo más importante al ayunar es tener una actitud humilde y sincera con Dios; acompañar tu ayuno con tiempos de oración, alabanza y lectura de la Biblia. Y no está por demás consultar a tu médico de considerar necesaria su opinión.

7 PASOS PARA EL ÉXITO DEL AYUNO Y LA ORACIÓN

Creo que el poder del ayuno en lo que se refiere a la oración es la bomba atómica espiritual que nuestro Señor nos ha dado para destruir las fortalezas del mal y dar paso a un gran avivamiento y cosecha espiritual alrededor del mundo.

Cada vez más he sido agarrado con un creciente sentido de urgencia para llamar a Dios a enviar avivamiento a nuestro amado país. En la primavera y el verano de 1994, tuve una convicción creciente de que Dios quería que ayunara y orara por cuarenta días para el avivamiento en América y para el cumplimiento de la Gran Comisión en obediencia al mandato de nuestro Señor.

Al principio me pregunté: “¿Es realmente la llamada de Dios para mí?” Cuarenta días fue mucho tiempo sin comida sólida. Pero con cada día que pasaba, Su llamado se hacía más fuerte y más claro. Finalmente, me convencí. Dios me estaba llamando a ayunar, y no haría tal llamado sin una razón o propósito específico. Con esta convicción, entré en mi ayuno con la emoción y la expectativa creciendo en mi corazón, orando: “Señor, ¿qué quieres que haga? Creo que un ayuno tan largo fue un llamado soberano de Dios debido a la magnitud de los pecados de América y de la Iglesia. El Señor lo grabó en mi corazón, así como la urgente necesidad de ayudar a acelerar el cumplimiento de la Gran Comisión en esta generación.

Al comenzar mi ayuno, no estaba seguro de poder continuar durante cuarenta días. Pero mi confianza estaba en que el Señor me ayudaría. Cada día su presencia me animaba a continuar. Cuanto más ayunaba, más sentía la presencia del Señor. El Espíritu Santo refrescó mi alma y mi espíritu, y experimenté el gozo del Señor como nunca antes. Las verdades bíblicas me saltaron de las páginas de la Palabra de Dios. Mi fe se elevó mientras me humillaba y clamaba a Dios y me regocijaba en su presencia.

Estos fueron los cuarenta días más importantes de mi vida. Mientras esperaba al Señor, el Espíritu Santo me dio la seguridad de que Estados Unidos y gran parte del mundo experimentarán, antes del final del año 2000, un gran despertar espiritual. Esta visita divina desde el cielo encenderá la mayor cosecha espiritual en la historia de la Iglesia. Pero antes de que Dios venga en poder de avivamiento, el Espíritu Santo llamará a millones de personas del pueblo de Dios a arrepentirse, ayunar y orar en el espíritu de 2 Crónicas 7:14:

Si mi pueblo, que es llamado por mi nombre, se humilla y ora y busca mi rostro y se vuelve de sus malos caminos, entonces yo oiré desde el cielo y perdonaré su pecado y sanaré su tierra.
El alcance de este avivamiento depende de cómo los creyentes en América y el resto del mundo responden a este llamado. He pasado cincuenta años estudiando la Palabra de Dios y escuchando Su voz, y Su mensaje no podría haber sido más claro.

Esta práctica guía de referencia, Siete pasos básicos para ayunar y rezar con éxito, le ayudará a que su tiempo con el Señor sea más gratificante espiritualmente. Te animo a que lo lleves contigo durante el ayuno y a que lo consultes con frecuencia porque te da sugerencias fáciles de seguir sobre cómo comenzar el ayuno, qué hacer mientras ayunas y cómo terminar el ayuno correctamente.

Durante mi ayuno de cuarenta días, Dios me impresionó a orar para que dos millones de cristianos en Norteamérica ayunen por cuarenta días para el final del año 2000, y oren por el avivamiento nacional y mundial y por el cumplimiento de la Gran Comisión. Les insto a que consideren en oración este desafío.

Antes de ayunar, te animo a que leas mi libro, El Avivamiento que viene: El llamado de América al ayuno, a la oración y a “Buscar el rostro de Dios”. Ayudará a equiparte para el despertar espiritual que se avecina.

CÓMO COMENZAR SU AYUNO

La forma en que usted comience y conduzca su ayuno determinará en gran medida su éxito. Al seguir estos siete pasos básicos para ayunar, usted hará que su tiempo con el Señor sea más significativo y espiritualmente gratificante.

PASO 1: ESTABLEZCA SU OBJETIVO

¿Por qué estás ayunando? ¿Es para la renovación espiritual, para la guía, para la sanación, para la resolución de problemas, para la gracia especial de manejar una situación difícil? Pídale al Espíritu Santo que aclare Su guía y objetivos para su ayuno de oración. Esto le permitirá orar de manera más específica y estratégica.

A través del ayuno y la oración nos humillamos ante Dios para que el Espíritu Santo despierte nuestras almas, despierte nuestras iglesias y sane nuestra tierra de acuerdo a 2 Crónicas 7:14. Haga de esto una prioridad en su ayuno.

PASO 2: HAGA SU COMPROMISO

Ore por el tipo de ayuno que debe realizar. Jesús insinuó que todos sus seguidores debían ayunar (Mateo 6:16-18; 9:14-15) Para él era cuestión de cuándo los creyentes ayunarían, no de si lo harían. Antes de ayunar, decida lo siguiente por adelantado:

Cuánto tiempo ayunará: una comida, un día, una semana, varias semanas, cuarenta días (los principiantes deben comenzar lentamente, hasta llegar a ayunos más largos).
El tipo de ayuno que Dios quiere que emprendas (como el agua solamente, o el agua y los jugos; qué tipos de jugos beberás y con qué frecuencia).
Qué actividades físicas o sociales restringirá
Cuánto tiempo dedicarás cada día a la oración y a la Palabra de Dios
Hacer estos compromisos con anticipación le ayudará a mantener su ayuno cuando las tentaciones físicas y las presiones de la vida le tienten a abandonarlo.

PASO 3: PREPÁRATE ESPIRITUALMENTE

El fundamento mismo del ayuno y la oración es el arrepentimiento. El pecado no confesado entorpecerá sus oraciones. Aquí hay varias cosas que usted puede hacer para preparar su corazón:

Pídele a Dios que te ayude a hacer una lista completa de tus pecados.
Confiesa cada pecado que el Espíritu Santo llame a tu memoria y acepta el perdón de Dios (1 Juan 1:9).
Busca el perdón de todos los que has ofendido, y perdona a todos los que te han herido (Marcos 11:25; Lucas 11:4; 17:3,4).

Haga la restitución según el Espíritu Santo lo guíe.
Pídele a Dios que te llene con Su Espíritu Santo de acuerdo a Su mandato en Efesios 5:18 y Su promesa en 1 Juan 5:14,15.

Entrega tu vida completamente a Jesucristo como tu Señor y Maestro; rehúsa obedecer tu naturaleza mundana (Romanos 12:1,2).

Meditar en los atributos de Dios, Su amor, soberanía, poder, sabiduría, fidelidad, gracia, compasión y otros (Salmo 48:9,10; 103:1-8, 11-13).

Comience su tiempo de ayuno y oración con un corazón expectante (Hebreos 11:6).
No subestimes la oposición espiritual. Satanás a veces intensifica la batalla natural entre el cuerpo y el espíritu (Gálatas 5:16,17).

PASO 4: PREPÁRESE FÍSICAMENTE

El ayuno requiere precauciones razonables. Consulte a su médico primero, especialmente si usted toma medicamentos recetados o tiene una enfermedad crónica. Algunas personas nunca deben ayunar sin supervisión profesional.

La preparación física hace que el cambio drástico en tu rutina alimenticia sea un poco más fácil para que puedas dirigir toda tu atención al Señor en la oración.

No te apresures en tu ayuno.

Prepara tu cuerpo. Coma comidas más pequeñas antes de comenzar un ayuno. Evite los alimentos altos en grasa y azúcares.
Coma frutas y verduras crudas durante dos días antes de comenzar un ayuno.

Tu tiempo de ayuno y oración ha llegado. Te estás absteniendo de todos los alimentos sólidos y has comenzado a buscar al Señor. Aquí hay algunas sugerencias útiles para considerar:

  • Evite las drogas, incluso las hierbas naturales y los remedios homeopáticos. La medicación debe ser retirada sólo con la supervisión de su médico.
  • Limite su actividad.
  • Haga ejercicio sólo moderadamente. Camine de una a tres millas cada día si es conveniente y cómodo.
  • Descanse todo lo que le permita su horario.
  • Prepárese para molestias mentales temporales, como impaciencia, irritabilidad y ansiedad.

Espere algunas molestias físicas, especialmente el segundo día. Usted puede tener dolores de hambre fugaces, mareos, o los “blahs”. La abstinencia de la cafeína y el azúcar puede causar dolores de cabeza. Las molestias físicas también pueden incluir debilidad, cansancio o insomnio.
Los primeros dos o tres días suelen ser los más difíciles. A medida que continúe ayunando, es probable que experimente una sensación de bienestar tanto físico como espiritual. Sin embargo, si siente dolores de hambre, aumente su ingesta de líquidos.

PASO 5: PONTE A TI MISMO EN UN HORARIO

Para un máximo beneficio espiritual, reserve tiempo suficiente para estar a solas con el Señor. Escuchen Su guía. Cuanto más tiempo pases con Él, más significativo será tu ayuno.

Mañana

  • Comience su día con alabanza y adoración.
  • Lea y medite en la Palabra de Dios, preferiblemente de rodillas.
  • Invite al Espíritu Santo a obrar en usted para hacer Su voluntad y hacer Su buena voluntad de acuerdo a Filipenses 2:13.
  • Invita a Dios a que te use. Pídale que le muestre cómo influenciar su mundo, su familia, su iglesia, su comunidad, su país y más allá.
  • Ore por Su visión para su vida y su poder para hacer Su voluntad.

Mediodía

  • Vuelva a la oración y a la Palabra de Dios.
  • Haga una pequeña caminata de oración.
  • Dedique tiempo a la oración de intercesión por los líderes de su comunidad y de su nación, por los millones de personas no alcanzadas en el mundo, por su familia o por sus necesidades especiales.

Noche

  • A solas por un tiempo sin prisas de “buscar Su rostro”.
  • Si otros están ayunando con usted, reúnanse para orar.
  • Evite la televisión o cualquier otra distracción que pueda amortiguar su enfoque espiritual.
  • Cuando sea posible, comience y termine cada día de rodillas con su cónyuge por un breve tiempo de alabanza y acción de gracias a Dios. Los períodos más largos de tiempo con nuestro Señor en oración y estudio de Su Palabra a menudo se pasan mejor solos.

ROMPIENDO TU AYUNO

Cuando termine el tiempo designado para ayunar, comenzará a comer de nuevo. Pero la forma en que rompes el ayuno es extremadamente importante para tu bienestar físico y espiritual.

PASO 6: TERMINA TU AYUNO GRADUALMENTE

Comience a comer gradualmente. No coma alimentos sólidos inmediatamente después de su ayuno. La reintroducción repentina de alimentos sólidos en el estómago y el tracto digestivo probablemente tendrá consecuencias negativas, incluso peligrosas. Pruebe varias comidas o refrigerios más pequeños cada día. Si usted termina su ayuno gradualmente, los efectos beneficiosos físicos y espirituales resultarán en una buena salud continua.

Aquí hay algunas sugerencias para ayudarle a terminar su ayuno correctamente:

  • Rompa un ayuno de agua extendido con frutas como la sandía.

Mientras continúa bebiendo jugos de frutas o vegetales, agregue lo siguiente:

Primer día: Añada una ensalada cruda.
Segundo día: Agregue papas al horno o hervidas, sin mantequilla ni condimentos.
Tercer día: Añada un vegetal al vapor.
Después de eso: Comience a reintroducir su dieta normal.
Poco a poco, vuelva a comer regularmente con varios bocadillos durante los primeros días. Comience con un poco de sopa y fruta fresca como sandía y melón. Avance a unas cuantas cucharadas de alimentos sólidos como frutas y verduras crudas o una ensalada cruda y papas al horno.

 

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